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LA JUSTIFICACIÓN

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 5 de junio de 2015

Publicado originalmente en el Christian Science Sentinel del 10 mayo de 1913.


La Ciencia Cristiana enseña que para comprender a Dios correctamente y para entender nuestra filiación divina, nuestra eterna unidad con Dios, el pensamiento debe estar libre de las confianzas falsas y de las conclusiones erróneas que resultan de ellas. Una de las conclusiones falsas más sutiles, es la creencia en un pasado material, la creencia de que hemos sido mortales y hemos tenido en el pasado experiencias materiales que fueron realidades. Mientras este error permanezca en nuestro pensamiento y no sea destruido o reprimido, nos ata con grilletes mentales a la conclusión de que tenemos una deuda que pagar por las ofensas físicas o morales del pasado; por lo tanto, trabajamos bajo la influencia frustrante del miedo y la condenación propia, que son las causas precursoras de la enfermedad y la muerte. 

Hace unos años, un practicista de la Ciencia Cristiana tuvo como paciente a un veterano de la guerra civil, quien estaba sufriendo por una herida recibida en la guerra. Como el caso no cedía al tratamiento, se le preguntó a la Sra. Eddy cuál sería el error que estaba impidiendo que se realizara la curación; ella respondió en efecto, que tanto el practicista como el paciente creían que alguna vez hubo una guerra, y la consideraban como una conexión en la historia del hombre. ¿Cuántos de nosotros hemos liberado totalmente nuestro pensamiento de la creencia de que el error, el mal, ha tenido una historia? Nos han dicho que Cristo vino para destruir las obras del diablo, y que para poder demostrar la verdad para nosotros mismos y los demás, es absolutamente necesario que el pensamiento se libere de esta carga, de esta creencia en un pasado material, puesto que, mientras perdure esta creencia estamos aceptando la pretensión del error de que poseemos una vida separada de Dios.

Si la Vida es Dios, como enseña la Biblia y la Ciencia Cristina, entonces la creencia en una existencia separada de Dios es una ilusión, no es real y nunca ha sido real; es el sueño-Adán que hay que superar, probar que es irreal, de la manera que Jesús nos enseñó, y esto nunca puede hacerse con seguridad, mientras admitamos su realidad, ya sea pasada o presente. La creencia en una concepción material, nacimiento, crecimiento, madurez, nunca estuvo en la Mente, nunca fue el hombre o la creencia del hombre; sino que es y siempre ha sido tan solo una falsedad auto-constituida, como Jesús lo definió cuando dijo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” (San Juan 8:44). Nuestra Guía dice: “Puesto que el hombre es el reflejo de su Hacedor, no está sujeto a nacimiento, crecimiento, madurez, decadencia. Estos sueños mortales son de origen humano, no divino” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 305). 

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