Cuando intentamos sanar al enfermo por medio de la oración, debemos comprender que tenemos autoridad para hacerlo.
Cada uno de nosotros ocupa un lugar en la historia. En este momento nuestro lugar puede ser el de un sanador — sanar a una persona en particular, de una dolencia en especial. ¿Pero cómo lo sabemos?
Cristo Jesús ejemplificó al Cristo, la Verdad. Enseñó la Ciencia de esta Verdad. Pero dejó la explicación de las reglas, por las cuales podemos aplicar la Ciencia del Cristo, para ser descubierta después. Jesús dijo: “Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”. Juan 14:16. El descubrimiento por Mary Baker Eddy de la Ciencia Cristiana es el advenimiento de ese Consolador. Gracias a lo que hizo la Sra. Eddy, tenemos las verdades de Dios y del hombre y las reglas para aplicar esas verdades.
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