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La eficacia de la Verdad

Del número de febrero de 1974 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“¿Qué puede hacer la Verdad por mí? ¿Cómo puede afectar mi vida?” Estas preguntas son comunes para aquellos que apenas están aprendiendo sobre la Ciencia Cristiana
Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens.. Un estudiante tiene que decidir qué carrera seguir. Necesita saber cuál seguir. Otra persona se encuentra frente a la posibilidad de perder su trabajo, y tiene que sostener una familia. Otra tiene una enfermedad que parece incurable.

¿Qué puede hacer la Verdad por todo esto?

¿Qué le puede hacer la luz a la oscuridad? Un sentido mortal del yo, ligado a la oscuridad producida por temores y restricciones, ofrece muy poco en cuanto a soluciones. La Verdad revela un nuevo yo desligado de las presiones de la escena humana, un yo que espera ser expresado y vivido. En realidad, este yo pertenece a cada uno de nosotros, y el vivirlo es una experiencia extensible. Este yo se mueve en la libre totalidad de la Verdad donde el bien lleva la iniciativa y no está restringido.

Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, escribe acerca de este yo: “La bondad revela otra escena y otro yo aparentemente envuelto en sombras, pero que es sacado a luz por medio de las evoluciones del pensamiento avanzado, mediante el cual discernimos el poder de la Verdad y el Amor para sanar al enfermo”.Miscellaneous Writings, págs. 1–2;

Éste es el yo semejante al Cristo, y los temores y las limitaciones que parecen ser tan opresivos son falsificaciones de esta identidad. En la Ciencia Cristiana aprendemos a no aceptar las falsificaciones sino reclamar las verdades espirituales que revelan la naturaleza verdadera y espiritual del hombre. La actividad y la vitalidad de estas verdades, cuando son comprendidas, acallan las falsificaciones. El pensamiento gobernado por Dios vence la indecisión y la incertidumbre. La inteligencia eclipsa la apatía y la torpeza. El amor disipa el temor y la escasez.

Estas verdades son asertivas de por sí y están disponibles para todos. No tenemos que esperar a que la Verdad llegue a nosotros. Ya está con nosotros, ya está manteniéndonos seguros en su poder. Nuestro deseo de conocer la Verdad es la iniciativa mental que abrirá nuestros ojos a fin de ver su presencia y aceptar su dirección.

En la Ciencia Cristiana, la Verdad es un valioso sinónimo de Dios. La Verdad da impulso a la actividad y al cumplimiento. Y el hombre, reflejando a Dios, es la expresión individualizada de lo que esta Verdad ha hecho, pues el hombre da testimonio de la Verdad y evidencia su presencia. Cristo Jesús reconocía este hombre y este poder. Dijo: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32;

Hoy en día, gran parte del mundo conceptúa al mal como dominante y agresivo, y a la Verdad con su luz como una entidad un tanto apacible e inofensiva que espera pacientemente en el fondo hasta que el mal haya actuado y ejecutado su desolación. Entonces, se espera que surja la Verdad y arregle el desorden. Pero no podemos permitirnos abrigar tal concepto. A pesar de que quizás nos hayan educado a pensar del mal como agresivo, podemos invertir el pensamiento falso y ver que la Verdad y no el mal, es asertiva, espiritualmente asertiva. Debido a la infinitud de la Verdad su luz penetrante está presente en todo lugar, afirmándose persistentemente en la consciencia de cada una de sus ideas.

La luz, aun considerada desde un punto de vista material, es naturalmente asertiva. Cualquiera que esté interesado en fotografía sabe esto. A fin de revelar los negativos, el fotógrafo debe tener un cuarto oscuro, así que cierra la puerta y las persianas. Pero la luz penetra a través de cada grieta y hendidura — debajo de la puerta, sobre el montante, por el ojo de la cerradura. La luz de la Verdad, el bien, es aún más asertiva. Está impulsada por la Vida de tal modo que puede penetrar las puertas cerradas.

Entonces, ¿qué puede hacer la Verdad en cuanto a la inseguridad y la indecisión? Esto se asemeja un poco a la pregunta ¿qué puede hacer la luz a un negativo?

Si se expone un negativo a la luz se destruirá la película. Cuando la luz de la Verdad comienza a brillar en nuestra consciencia esclareciendo lo que realmente son Dios y el hombre — siempre distintos, aunque son uno en el ser — los impulsos negativos como el ansia de monopolizar y la obstinación van perdiendo sus marcados contornos. A medida que nuestro pensamiento perciba claramente lo que verdaderamente somos, no lo que aparentamos ser, nuestras decisiones y circunstancias humanas, incluyendo nuestra salud, expresarán más armonía y bienestar. El pensamiento imbuido de luz espiritual se refleja en un cuerpo libre de temor y enfermedad.

Esto no quiere decir que lo humano se esté mejorando, aunque así debiera y pareciera ser. En realidad, lo humano cede y lo divino se percibe. Éste es el cumplimiento de la declaración de la Sra. Eddy en su obra Miscellaneous Writings (Escritos Misceláneos): “Sus modos proclaman la hermosura de la santidad, y Su multiforme sabiduría brilla a través del mundo visible en vislumbres de verdades eternas. Aun por entre las tinieblas de la mortalidad se ve el esplendor de Su llegada”.Mis., pág. 363;

Cuando sentimos este esplendor activo en nuestro propio pensamiento, dejamos de sentirnos un solitario en un mundo antagónico, cargados con la falsa responsabilidad de tener que resolver nuestro destino a base de pruebas y errores. En silenciosa comunión con Dios, nuestra verdadera causa, se nos revelan ideas angelicales que nos guían. Estas ideas angelicales deben ser cultivadas y nutridas porque la obstinación de la mente carnal, que clama en falso ser nuestra mente, resiste estas indicaciones. La obstinación quiere hacer su propia voluntad. Falsifica la actividad de la Verdad y es ruidosa y pretende imponer su opinión.

Los pensamientos de Dios son omniactivos. No tenemos que motorizar a nuestros ángeles para que operen. Necesitamos comprender que son impulsados por la Verdad, que es su propio poder reflejado e inherente que los mueve a operar.

La Sra. Eddy habla sobre su obra básicamente de este modo: “Todo cuanto he logrado ha sido apartando a Mary, y dejando que Dios se refleje”.We Knew Mary Baker Eddy, Primera Serie, pág. 23; ¡Qué manera de apoyarse y confiar en la actividad de Dios en los asuntos diarios! Esta confianza sosegada es, en realidad, inherente a todos en su verdadera identidad como el hombre incorpóreo de Dios. No obstante, no debe tenerse el concepto erróneo de que todo lo que uno debe hacer es rumorear algunas verdades y sentarse ociosamente esperando que Dios se ocupe de nuestra tarea. Si uno se da cuenta claramente de su unicidad, su unidad con la Verdad, uno se siente impulsado a actuar y a actuar sabiamente. La luz de esta Verdad nos muestra el camino.

La Ciencia Cristiana nos invita a vivir esta Verdad y a atender la inspiración angelical que nos dice: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Isa. 60:1.


Este es el mensaje
que hemos oído de él,
y os anunciamos:
Dios es luz,
y no hay ningunas tinieblas en él.

1 Juan 1:5

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