Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Recuperé incluso mi alegría

Del número de mayo de 2005 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mi esposo trabajaba para una empresa transnacional y habíamos vivido en varios países. En ese entonces él era Presidente de la firma en Argentina y Gerente General en Brasil. Vivíamos en este último país, cuando un día mi esposo viaja a la casa matriz en Estados Unidos y muere en el hotel.

Fue un golpe tremendo, y de un día para otro, me quedé sola a cargo de cuatro hijos. Entonces decidí que lo más acertado era regresar a vivir a México donde estaba mi familia.

La empresa me dio la pensión y los seguros que me correspondían, pero tenía que dejar a alguien de confianza en Brasil para que me girara el dinero de mi pensión y me vendiera los dos terrenos que teníamos allá. Hice todos los trámites necesarios, y dejé a un abogado y a mi chofer a cargo de enviarme mensualmente el dinero.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / mayo de 2005

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.