P: ¿Cómo puedo aprender a amarme a mí misma?
R: Recuerdo estar sentada en mi habitación haciéndome exactamente esta misma pregunta. Hubo una época en que me comparaba con frecuencia con mis amigas y deseaba poder ser tan linda, graciosa o interesante como ellas. No había mucho que me gustara de mí misma; en cambio, me la pasaba constantemente pensando en todo lo que debía hacer mejor. Quería expresar más amor, integridad y generosidad, entre otras cosas. No era que no lo hubiera intentado, pero esforzarme por ser una persona mejor no era algo que pudiera hacer constantemente. De pronto cometía un error, y luego me sentía frustrada y desesperada.
Como Científica Cristiana, estoy acostumbrada a orar por situaciones difíciles en la vida, y en el pasado, había orado por muchos otros asuntos y había tenido grandes curaciones: de enfermedades, problemas de relación e incluso de rasgos de carácter de los que necesitaba redimirme. Sin embargo, me había sentido renuente a orar por esto. Me parecía egoísta pedirle a Dios que me mostrara cómo amarme a mí misma, y tenía más miedo aún de pedir y no obtener una respuesta.
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