
Para niños
Los nombres de Dios nos ayudan a conocerlo mejor. Entonces podemos sentir a nuestro Padre-Madre Dios con nosotros siempre.
Ricky estaba tan feliz de haber tenido una curación. También estaba feliz de aprender más sobre la oración y sobre cómo confiar en Dios para sanar.
Mientras escuchaba los pensamientos de Dios, me pareció natural abrir una de mis tareas y comenzar a trabajar en ella.
Cuando entramos a la casa, mi mamá y yo hablamos de la lección que había aprendido ese día y de la verdad espiritual que también había aprendido.
Shannon y mamá dijeron: “¡Gracias, Dios!” por mostrarles el verdadero concepto.
Como asisto a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, he aprendido que Dios es bueno, por lo que no pudo hacer nada malo, como una tos o enfermedad.
Lo que Naomi aprendió ese día puede ayudarnos a todos. No hay nada que temer cuando sabemos que estamos siempre rodeados por el Amor divino, Dios.
Cuando me desperté al día siguiente, ya no me dolía la garganta. Sabía que Dios me había sanado.
Los buenos pensamientos son de Dios porque Dios es bueno. Yo sabía que la preocupación y la confusión no son buenas.
Una clase de la Escuela Dominical me inspiró a poner el Padre Nuestro en mis propias palabras, lo que me ayudó a entender cómo se aplica a mí.