
Editoriales
Seguir el ejemplo de Jesús es la forma más útil y sanadora de amar a nuestro prójimo.
¿Cuál es nuestra verdadera relación con Dios? Este autor explica que no existe Dios y además el hombre, sino más bien Dios y la expresión de Dios, el hombre; que hay infinitas expresiones de esta inteligencia divina creativa única, incluyendo a cada uno de nosotros. No hay ego separado. Dios, la Mente divina, es realmente Todo.
No solo “un único Dios infinito, el bien, unifica a los hombres y a las naciones”, sino que Dios “pone fin”, “aniquila” y “anula” el mal. Y es algo que el “único Dios infinito, el bien”, mediante una iglesia cuyos miembros y amigos siguen al Cristo, puede hacer.
La paz está intrínsecamente ligada a lo que el amor realmente es y hace: a Dios como el Amor infinito que nos bendice a cada uno de nosotros, a nuestra propia expresión del amor de Dios día a día y momento a momento.
Es nuestro Padre-Madre Dios, nuestro divino Progenitor, quien pone orden en nuestro horario; da protección a nuestros hijos; y brinda calma, fortaleza y curación a cualquier desafío que podamos enfrentar.
La verdadera resiliencia se basa en el hecho espiritual de que Dios es nuestro Progenitor divino, quien nos ha otorgado gracia y favor a cada uno de nosotros.
Estamos hechos para vivir en afectuosa relación con todos porque el Dios que nos hizo es Amor.
Al comprender a Dios como Vida y Amor divinos, y a nosotros como Sus hijos amados, nos vemos a nosotros mismos y a los demás como la expresión completa de las cualidades divinas. Encontramos la fortaleza para exigir justicia, igualdad y libertad.
El odio parece tener raíces profundas en la historia humana; no obstante, el Amor divino que se refleja eternamente en el hombre lo destruye.
La Ciencia Cristiana revela que, en lugar de ser fusiones de lo físico y lo espiritual, por ser creaciones de Dios permanecemos en el estado del ser completamente espiritual y puramente bueno que Dios, desde el principio y permanentemente, provee para nosotros.