
Relatos de curación
Reconocer al orar que nada de lo que Dios hizo podía ser doloroso o debilitante, ayudó a esta autora a superar los recurrentes dolores menstruales de manera permanente.
Comprender a través de la oración que nada inarmónico puede entrar en nuestro verdadero ser espiritual calmó los temores de Mark, y su visión fue completamente restaurada después de haberse lesionado un ojo.
Al reconocer gradualmente que el compañerismo nunca puede perderse porque el amor de Dios por nosotros es constante y no cambia, este autor superó el sentimiento de dolor después del fallecimiento de su esposa.
Cuando esta autora contrajo un resfriado que pareció afectar sus pulmones, Kaki oró y se sanó permanentemente de cualquier problema respiratorio. Ella está agradecida por todo lo que ha aprendido a través de esta experiencia, principalmente, a ser persistente cuando surge un problema, a permanecer con la verdad espiritual y a saber que su sustancia es Dios, el bien.
A través de la oración, Kathleen tuvo una curación que para ella fue como una resurrección, ya que obtuvo un renovado aprecio de lo que es la vida y lo que significa amarte a ti mismo, a tu prójimo y a Dios.
Cuando Heidi experimentó dolorosos síntomas de apendicitis, oró reconociendo que toda su existencia, en ese mismo momento, era completa, armoniosa, perfecta, tanto en forma como en función. Lea cómo tuvo lugar la curación permanente.
Este autor expresa su gratitud por lo que la Ciencia Cristiana le ha enseñado acerca de su verdadera identidad espiritual, y la salud y armonía que ha experimentado como resultado. Explica cómo sanó por completo cuando un pequeño tumor que había tenido en el cuerpo durante varios años comenzó a agrandarse.
Las ideas espirituales intercambiadas con un extraño llevaron a Kathleen a experimentar una hermosa curación mientras servía en la Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana de su localidad.
Jim se sanó completa y rápidamente de una gripe después de leer un capítulo de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Esta experiencia fue crucial para consolidar su confianza en el hecho de que la curación es una consecuencia inevitable de leer este libro.
Constance reconoció mediante la oración quién y qué es como semejanza de Dios, que somos todos amados, valorados y necesarios. Como resultado, ella fue sanada de una depresión crónica.