Hoy en día escuchamos hablar mucho acerca del poder. El mundo está pensando en el poder como nunca antes; y de su propia forma está desarrollando poder, tremendo poder, y se siente impresionado ante sus propias invenciones. Por lo tanto, la revelación de que el poder deriva del Espíritu, Dios, y es totalmente espiritual es de primordial importancia. Son de gran relevancia las palabras de Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, en el libro de texto, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras (pág. 454): "La superioridad del poder espiritual sobre el sensorio es el punto central de la Ciencia Cristiana”.
Espíritu y Amor son sinónimos en la Ciencia Cristiana, y el poder del Espíritu es el poder del Amor. La mente mortal dice que el odio es poder, un poder que en un momento de locura puede hacer explotar una bomba atómica que puede llevar a la destrucción de la raza humana. Pero ¿es esto así? ¿Es que no hay protección contra un poder así? Es más, ¿cuántos poderes hay? ¿Puede el Espíritu infinito tener un opuesto? ¿Puede el Amor divino generar odio? ¿Puede la oscuridad extinguir la luz?
El Espíritu es aquello que los sentidos corporales no pueden conocer. No pueden ver, sentir o tocar al Espíritu. No obstante, la Ciencia Cristiana revela que el Espíritu es omnipotencia, omnipresencia, omnisciencia; omni proviene del latín y significa todo. El Espíritu es todo el poder que existe, toda la presencia, toda la Ciencia o conocimiento o consciencia.
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