¿Puede la Ciencia Cristiana sanar los errores que nosotros u otros cometemos? ¿Incluso grandes errores? ¡Sí! De hecho, esta Ciencia del Cristo nos permite ver y demostrar que el amor sanador de Dios realmente puede convertirlos en bendiciones inesperadas.
¿Cómo puede ser? Uno de los himnos del Himnario de la Ciencia Cristiana contiene una maravillosa promesa. Hablando de Dios, dice: “Tu providencia lo convierte todo en bueno” (Samuel Longfellow, Nº 134, según versión en inglés).
Tan omnipotente es el poder de Dios, abarca tanto Su amor omnipresente por toda Su creación espiritual, que hasta los errores, incluso los fracasos, terminan trabajando para lograr el bien cuando abrimos nuestros pensamientos y nuestras vidas al amor corrector y redentor de Dios. La Biblia lo expresa de esta manera: “A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
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