Acababa de quedar soltera. Nuevas compañeras de apartamento. Sin trabajo. Facturas acumuladas. Y un coche prestado. Así es como comencé, hace muchos años, la búsqueda de un trabajo que necesitaba con urgencia.
Por haberme criado en la Ciencia Cristiana, estaba familiarizada con esta idea de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana: “El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana” (pág. 494). Sabía por experiencia que esto era cierto acerca del Amor divino, Dios. Pero ¿cómo funcionaría esto en mi situación actual?
La Ciencia Cristiana, basada en la Biblia, también enseña que Dios nos ha creado a todos llenos de alegría y satisfacción; tenemos una alegría innata y un deseo de hacer el bien que proviene de Dios. Reconocer nuestra verdadera identidad espiritual como descendencia o expresión de Dios —y por lo tanto nuestra relación entre nosotros como hermanos y hermanas— nos capacita para hacer nuestra parte al ayudar a satisfacer la necesidad que tiene el mundo de la verdad, la salud y la felicidad.
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