Naomi tenía casi tres años cuando fue de campamento por primera vez con su familia.
Una tarde, en el corral, se preparó para montar un manso alazán llamado Spaghettio. ¡Estaba muy emocionada! Pero cuando llegó el momento de subirse a la silla de montar, Naomi se asustó. Había visto fotos de personas montando a caballo. Pero en realidad, nunca había cabalgado. Spaghettio era grande. La silla de montar estaba lejos del suelo. Además, no había mucho a lo que aferrarse. Naomi no se sentía segura y abrazó con fuerza a su mamá.
El organizador del campamento dijo que estaba bien si la mamá sostenía a Naomi y caminaba junto a Spaghettio mientras seguían a los otros caballos y jinetes, incluida su hermana mayor, Mazie, por el picadero. Mientras caminaban, mamá y Naomi oraron. Naomi ha aprendido que orar a Dios nos ayuda cuando sentimos miedo.
Mamá le recordó a Naomi que Dios es Amor. El Amor llena todo el espacio porque Dios está en todas partes. Así que ni siquiera hay un pequeño lugar para el miedo. La Biblia lo dice de esta manera: “Donde está el amor de Dios, no hay temor, porque el amor perfecto de Dios quita el temor” (1.° Juan 4:18, International Children's Bible).
Después de eso, Naomi ya no tuvo miedo. Se subió directamente a la silla de Spaghettio. ¡Tenía una enorme sonrisa porque disfrutó de un paseo muy divertido!
Lo que Naomi aprendió ese día puede ayudarnos a todos. No hay nada que temer cuando sabemos que estamos siempre rodeados por el Amor divino, Dios.