He sido miembro de Primera Iglesia de Cristo, Científico, Bogotá, durante varios años. La primera vez que supe de la Ciencia Cristiana fue gracias a un amigo que es miembro de la iglesia. Familiarizarme con la Ciencia Cristiana ha sido de gran valor para mí, y a lo largo de este tiempo he tenido muchas demostraciones del amor de Dios.
Una me pasó hace unos meses cuando estaba trabajando desde casa. Comencé a tener un dolor muy fuerte en el estómago que duró casi dos días. Empecé con la oración, pero como que estaba demasiado abrumada y agobiada por el dolor, y no lograba centrar el pensamiento para orar.
Tengo un bebé pequeño y mi madre me ayuda a cuidarlo. Cuando mi mamá y mi esposo, que no son Científicos Cristianos, me vieron tan mal, me dijeron que fuera al médico. A ellos les parecía que no estaba haciendo nada para sentirme mejor.