En este momento de la historia, el mundo nos presenta muchos ejemplos de odio, desesperanza y aflicción. La imagen del sufrimiento humano y la injusticia parece intensa, y existe el peligro de alejarse por miedo o apatía. Pero tampoco es útil dejarse llevar por la marea de este punto de vista fundado en la creencia de que la existencia es material.
¿Qué debemos hacer?
Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, nos animó a pensar de manera diferente sobre esta pregunta. Invirtió toda su energía en buscar la realidad espiritual, mirando a través de la imagen de un mundo basado en la materia para encontrar algo más profundo. Descubrió que la verdad espiritual no ofrece meras doctrinas y vagas esperanzas que alivian las decepciones humanas. Pone al descubierto que la realidad es concreta, es el Espíritu, el Principio divino, que ha creado al hombre y al universo espiritualmente, no materialmente, y gobierna esta creación armoniosamente a través de leyes espirituales. Y descubrió que reconocer y adherirse a estas leyes, que Cristo Jesús demostró plenamente, cambia la experiencia humana tanto hoy como lo hizo en su época.