Uno de mis himnos favoritos de la Ciencia Cristiana comienza con estas reconfortantes palabras:
No teme cambios mi alma
si mora en santo Amor;
segura es tal confianza,
no hay cambios para Dios.
—Anna L. Waring, Himnario de la Ciencia Cristiana, N° 148
Recientemente, me llamó la atención cuán crucial es esta idea de inmutabilidad para el crecimiento espiritual y la existencia armoniosa.
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