Uno de los amados himnos de Mary Baker Eddy declara:
Tu suerte no importará
si guía Amor,
que la paz pura es tuya
en calma o tempestad.
(Himnario de la Ciencia Cristiana, N° 160, según versión en inglés)
¿Podría haber alguien en esta querida tierra nuestra que no anhele tener más paz? Ciertamente, la idea de que la “paz pura” es nuestra bajo toda circunstancia, “en calma o tempestad”, es una promesa profundamente reconfortante. Pero al considerar esta promesa más detenidamente, vemos que incluye una condición: “si guía Amor”. Necesitamos ser guiados por el Amor, Dios, el Principio divino del cristianismo de Cristo, a fin de ser bendecidos con esta paz. La Sra. Eddy escribe: “El Principio de la Ciencia Cristiana demuestra la paz” (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 279).
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