Una mañana temprano, me desperté con este pensamiento: “Ve el cuadro completo”. Sonriendo, me quedé en la cama un rato para reflexionar sobre eso. Ante mí vi la luna, cuyo ciclo parece hacerla más grande y más pequeña. Pero nadie pensaría que esto sucede realmente, porque sabemos la verdad sobre la luna. Es completa y permanece inalterable, independientemente de las fases lunares y de cómo aparezca a un observador.
Entonces pensé en una conversación que había tenido con un granjero preocupado, en la que dijo: “Necesitamos lluvia. Nuestro suelo está muy seco. Las napas de agua subterránea están bajas. Los ríos y arroyos están más vacíos que nunca”. ¿No escuchamos todos a veces declaraciones como esta o informes en las noticias, y sentimos miedo? Tal vez sientas cierta impotencia porque no puedes cambiar nada de eso. Yo misma había tenido sequía en nuestro jardín, y había visto arroyos y ríos cada vez más vacíos. ¿Había percibido todas estas imágenes de escasez y las había aceptado? ¿Había estado de acuerdo silenciosamente con ellas sin siquiera darme cuenta, en lugar de “ver el cuadro completo”?
Me detuve un momento, escuché y dije para mis adentros: “¡No! Dios ama a Su creación y le proporciona todo lo que necesita, por lo que la sequía no puede ser el cuadro completo”. Sentí un indicio de amor: el amor de Dios que cuida de todo perfecta y gentilmente.
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