“Cuando las cosas van tan bien, es inevitable que suceda algo malo”.
¿Has escuchado, o incluso pensado, algo así antes? Sugiere que hay una ley no escrita que dice: cuando todo va bien en la vida, el mal tiene que equilibrarla. Vale la pena replantearse esa perspectiva. Aún mejor, ¡vale la pena orar por ello!
Podemos empezar por preguntarnos dónde encajaría el poder de Dios en esa visión de la vida. ¿Comparte Dios el espacio con el mal? Un concepto fundamental en la Ciencia Cristiana es que Dios es el bien espiritual, y es sólo bueno. Dios no tiene opuesto, por lo que se deduce que Su bondad no tiene opuesto. Es reconfortante vislumbrar al orar que, en cada rincón de la existencia y en cada rincón del pensamiento, Dios, incluida la pura bondad de Dios, está presente, es la única presencia. En realidad, no existe absolutamente nada que reaccione negativamente ante Dios.