Son las cosas complejas de la vida las que tal vez a veces nos hagan preguntarnos por qué parece tan difícil sentir la presencia de Dios. En tiempos de un matrimonio discordante, dolencia, enfermedad mental, luchas financieras, agitación mundial, podemos sentirnos lejos de Dios. ¿Cómo podemos liberarnos de este sentimiento?
Lo primero que se necesita es establecer una comprensión más clara de Dios y nuestra unidad espiritual con Él. La Ciencia Cristiana enseña que Dios hizo todo lo que fue hecho, espiritual, y era bueno. Esto nos incluye en nuestra verdadera individualidad como hombre (hombre y mujer), hechos a imagen y semejanza de Dios como se enseña en Génesis 1:26, 27.
El hombre es por siempre uno con Dios, inseparable de Él. Comprender esto nos ayuda a darnos cuenta de que el fundamento de nuestras vidas es Dios, el bien. Nuestra verdadera singularidad, o unidad, con Dios, es lo que nos permite escuchar la voz de Dios, seguir Sus instrucciones y ser guiados, cuando recurrimos a Él en silencio para orar y escuchar calladamente.