“Lo más importante que cualquier Científico Cristiano puede hacer en este momento”, dijo un amigo, “es dejar de vivir en silos”.
Mi amigo estaba usando la palabra silos en su aplicación comercial a las divisiones organizacionales que operan de manera independiente y evitan compartir información e incluso los métodos. Se refería a cómo a veces aislamos diferentes partes de nuestras vidas.
“Hay un yo en el trabajo, un yo en casa y un yo en la iglesia”, dijo. Así es, pensé. Por ejemplo, está la persona llena de inspiración que se aferra a alguna epifanía sobre el amor de Dios el domingo por la mañana, y luego esa misma persona reacciona cuando otro conductor le corta el paso en la autopista. Esos dos estados de pensamiento puede que parezcan existir y operar independientemente dentro de un solo individuo.