Recientemente, en un momento difícil, me encontré con un versículo de la Biblia que nunca antes había notado, y que me trajo gran consuelo y paz. Decía, refiriéndose a un enemigo: “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción” (Isaías 10:27).
El final del versículo me llamó especialmente la atención. Había escuchado bastante acerca de “la unción” al cantar en coros de góspel y visitar iglesias a las que asisten mis amigos donde el término se usa con frecuencia. También recordé haber escuchado una canción góspel en la que el cantante estaba hablando, y una vez que esta terminó, dijo: “La unción hace la diferencia”. Reflexioné sobre lo que esto significaba. Sabía que en la antigüedad era común ungir a los reyes y a los que ocupaban altos cargos dedicados a servir a Dios. También sabía que algunas iglesias todavía usan aceite para ungir a aquellos a los que bendicen o buscan curación. Pero quería comprender el significado espiritual de la unción y por qué se asocia con la destrucción de un yugo o la eliminación de cargas.
En el Glosario de su libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, Mary Baker Eddy comparte definiciones espirituales de términos y nombres conocidos de las Escrituras. Vi un vínculo directo entre la unción y la definición de aceite: “consagración; caridad; dulzura; oración; inspiración celestial” (pág. 592).