Tuve la oportunidad de ir a Grecia con mi clase de Biblia del bachillerato. Durante diez días viajamos por todo el país para seguir uno de los viajes misioneros del apóstol Pablo de la Biblia y aprender más sobre lo que escribió en el Nuevo Testamento. Nuestro profesor dijo que seguir los viajes de Pablo y aprender de dónde provenían sus escritos nos daría una comprensión más profunda de las Escrituras.
Al principio del viaje, me sentía mal. Tenía dificultad para respirar y estaba cansada y débil. Me preocupaba que la incomodidad arruinara mi viaje. Soy Científica Cristiana y he visto curaciones a través de la oración en mi familia, así que quería orar al respecto. Pero me sentía frustrada por no poder tener una curación inmediata, a pesar de todo lo que estaba aprendiendo acerca de Dios.
Mientras estábamos en Atenas, mi profesor, que también es Científico Cristiano, dio una charla sobre el tipo de base mental sobre la que estamos construyendo. Esta se basó en una de las parábolas de Jesús en la Biblia (véase Mateo 7:24-27). En una parte de la parábola, un hombre insensato construye su casa sobre arena. Cuando viene una tormenta, la casa se cae porque los cimientos no son lo suficientemente fuertes. Pero cuando un hombre más sabio construye su casa sobre una roca, la casa se mantiene firme durante la tormenta. El punto de mi profesor era que, así como es importante elegir un fundamento sólido al construir una casa, nuestra fe debe construirse sobre el fundamento fuerte de las enseñanzas de Jesús.
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