Estaba aburrida, cansada y sobrecargada de trabajo en el puesto gerencial de minorista donde había pasado la mayor parte de mi carrera, y anhelaba un cambio positivo. Quería una nueva trayectoria profesional que me brindara un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal con una empresa que tuviera sólidos valores. Sin embargo, el cambio no siempre ha sido fácil para mí, y sabía que necesitaba confiar en Dios para que me guiara al tratar de explorar este cambio.
Actualicé mi currículum, solicité trabajo y completé varias entrevistas, mientras oraba sobre mis temores. Estaba ansiosa por entrar en lo que parecía un territorio desconocido con un nuevo trabajo. ¿Y si me estoy alabando en exceso? ¿Qué pasaría si no puedo aprender o disfrutar de mi nueva función? Dejar un trabajo seguro de diez años por algo completamente nuevo, era intimidante. Las dudas y los temores seguían apareciendo, pero la oración me brindó una reorientación útil hacia la tranquila confianza en Dios.
Mientras oraba, me encontré con estos versículos de Salmos en la Biblia: “El Señor te protegerá de todo mal; El guardará tu alma. El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (121:7, 8, LBLA). Esto fue un recordatorio de que Dios, la fuente de todo el bien, preserva todo lo verdaderamente bueno de mi vida, por lo que no tenía que temer el cambio.
También le pedí a mi mamá que me ayudara con la oración. Me remitió a estas palabras del libro de Isaías: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo,
y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama te abrasará. Porque yo soy el Señor tu Dios” (43:2, 3, LBLA). Mi mamá compartió conmigo su percepción espiritual de este pasaje: Dios está contigo sin importar las circunstancias por las que estés pasando, así que en lugar de sentirte abrumada, estarás en paz en la presencia de Dios. Si una tarea parece difícil, estarás tranquila bajo presión, porque Dios te está dando lo que necesitas. Nada en el poder o la presencia de Dios puede ser interrumpido, perturbado o destruido.
Estas ideas espirituales me brindaron una calma que recibí con agrado, y supe que podía abordar con confianza cualquier tarea que se me presentara en un nuevo trabajo. No había necesidad de tener miedo o dudas, porque el Dios omnipresente continuamente me proporcionaría ideas y me daría la fortaleza para completar cualquier trabajo que tuviera por delante.
Mis oraciones trajeron claridad y paz, y pronto recibí una oferta de trabajo y di el salto a mi nueva carrera. La adaptación a mi nuevo puesto fue increíblemente fluida y me sentí segura durante toda la integración. Me asignaron muchas tareas desconocidas, pero ni una sola vez me sentí estresada o abrumada.
Sin duda, esto fue un testimonio de la eficacia de la oración y la confianza en Dios. Estoy muy agradecida de haber encontrado un puesto de trabajo en una empresa basada en la fe que me permite trabajar en un entorno más saludable y menos estresante, y me brinda el equilibrio entre la vida laboral y personal que estaba buscando.
Estoy agradecida a Dios por la Ciencia Cristiana y agradezco la oración de apoyo que recibí durante esta experiencia.
Jo Ellen Davis
Goshen, Indiana, Estados Unidos
