El primer año en el que asistí a los servicios de la iglesia de la Ciencia Cristiana, quería saber realmente qué es la Ciencia Cristiana. Acababa de pasar la edad para concurrir a la Escuela Dominical, así que para mí, la mejor manera de entender a fondo la Ciencia Cristiana era tomar la clase Primaria con un maestro autorizado de la Ciencia Cristiana.
Me fascinó lo diferente que es la Ciencia Cristiana de otras iglesias en las que había estado. Nunca había visto una iglesia que tuviera una Sala de Lectura. Me gustaron muchísimo todos los artículos que leí allí. Los numerosos testimonios de curaciones y demostraciones me hicieron sentir curiosidad por saber cómo se producían.
Después de un año de vivir con este deseo, finalmente tomé la clase Primaria. Esta experiencia me permitió conocer a Dios como Verdad y comprender cómo demostrar y experimentar Sus bendiciones eternas.