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Montañas y Salas de Lectura

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 13 de octubre de 2025


¿Alguna vez has deseado ser conmovido por Dios de una manera especial? Podrías intentar alpinismo o… una Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana. Leíste correctamente. Ambos han funcionado para mí. 

Estoy muy consciente de que las Salas de Lectura a veces han sido malentendidas y se han mofado abiertamente de ellas por ser anticuadas o irrelevantes. Sin embargo, creo que los críticos a veces no le dan una oportunidad justa a lo que critican. ¿Has escuchado a alguien decir que pensaba que no le gustaba cierta comida (como un queso francés o los champiñones), pero luego, después de probarlo honestamente, realmente le gustó?

Bueno, yo he probado tanto el alpinismo como las Salas de Lectura. Explorar ambos ha satisfecho mi necesidad de inspiración y satisfacción. Para mí, las montañas son fáciles de entender porque la naturaleza está en su máximo esplendor, y te abraza mientras caminas. Una Sala de Lectura también puede abrazarte. 

La semana pasada, mientras visitaba una Sala de Lectura, pude sentir el amor que llevó a una iglesia local a proporcionar este regalo: este santuario del Alma divina, vibrante y pacífico. 

Durante días antes de mi visita, había luchado con un proyecto que sentía que debía completarse. Me senté en la Sala de Lectura durante unos diez minutos, orando y escuchando a Dios, cuando me vino la inspiración de abrir cierto libro al azar. Y encontré la idea espiritual perfecta que necesitaba para seguir adelante con mi proyecto. 

Después de esta experiencia, me tomé un tiempo para reflexionar sobre lo que había sucedido. El Amor divino desarrolló una idea tras otra; no obstante, mi principal conclusión fue que había sido bendecido por el amor de los demás. Todos los pensamientos amorosos que se dedicaron a proporcionar este recurso para la comunidad me habían bendecido. 

Afortunadamente, vivo en una gran área metropolitana con muchas Salas de Lectura, por lo que ahora he visitado otros lugares y he hallado la misma hermosa sensación de que el amor sustenta todas y cada una de ellas. Las Salas de Lectura ofrecen una oportunidad para el descubrimiento, una conversación profunda cuando sea necesario y, sí, también hay silencio. Pero el silencio puede ser una bendición, ya que nos brinda la oportunidad de escuchar atentamente lo que Dios nos imparte mientras leemos y oramos.  

Las Salas de Lectura de la Ciencia Cristiana ofrecen un hermoso antídoto contra las distracciones diarias que enfrentamos. Dentro de este espacio, uno puede obtener la paz que todos necesitamos para prosperar. Como dice la Biblia, podemos “detenernos y considerar las maravillas de Dios” (Job 37:14, KJV).

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