Gracias, Padre-Madre, por el que silba durante la oración silenciosa,
por aquel cuyo padre se fue de casa la semana pasada,
por el que vino después de estar de fiesta toda la noche.
Alma, Tú los revelas.
Amor, Tú los consuelas.
Espíritu, Tú los renuevas.
Gracias, Padre-Madre, por los que no quisieron venir y por los que vinieron.
Principio, Tú los sostienes.
Vida, Tú los diriges.
Verdad, Tú les enseñas.
Gracias, Padre-Madre, que no importa cuál sea nuestra visión de nosotros mismos y de los demás,
la Mente a todos nos incluye
esta mañana.
LOIS RAE CARLSON