Podríamos preguntarnos: “¿Por qué es importante comprender a Dios?”. El libro de Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, da una respuesta: “Si comprendiésemos a Dios en vez de meramente creer en Él, esta comprensión establecería la salud” (pág. 203).
Si tomamos la salud en su sentido más amplio, hablamos de salud no solo del cuerpo y la mente, sino también de la iglesia, la comunidad, el medio ambiente, las relaciones y otras esferas de la vida. A la luz de esto, es aún más claro por qué comprender a Dios es sumamente importante.
Una manera de comprender más plenamente a Dios, el Espíritu, y aprender acerca de Su naturaleza es pensar profundamente en las cualidades de Dios —las cuales son espirituales— reconocer que naturalmente expresamos esas cualidades como descendientes de Dios y ponerlas en práctica en nuestra vida. A lo largo de muchos años, esta práctica ha mejorado muchos aspectos de mi vida. Un ejemplo significativo es cómo mi capacidad de aprender mejoró cuando era niña y continúa incluso hoy.