Hace tres años, cuando comencé a estudiar en la Universidad de Principia, un fin de semana se me inflamó la rodilla.
Por la noche salí con mis amigos, y a la mañana siguiente empecé a tener un dolor muy fuerte en la rodilla izquierda. Realmente no sabía qué hacer. Mi amiga vino a verme y cuando vio que tenía tanto dolor, me preguntó qué me pasaba. Le dije que lo único que sabía era que la rodilla de pronto me había comenzado a doler mucho. Como me sentía muy preocupada y confusa, llamé a mi mamá, quien trató de tranquilizarme. Yo soy Científica Cristiana y creo en la curación mediante la oración. Así que continué sabiendo que puesto que soy la imagen y semejanza perfecta de Dios, no me podía pasar nada malo.
Mis amigos me ayudaron mucho y varios de ellos me quisieron apoyar mediante la oración. El hecho de estar en la Universidad de Principia rodeada de personas que comparten el mismo enfoque espiritual respecto a la curación que yo, realmente me ayudó. Todos me recordaron que Dios me creó a Su imagen y semejanza perfecta. Continué orando con la idea de la creación perfecta de Dios durante los siguientes dos días. De pronto, me vino al pensamiento un pasaje sobre los ángeles que se encuentra enEscritos Misceláneos por Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana:
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