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Original Web

Oración por Ucrania, Rusia y la comunidad mundial

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 3 de abril de 2014

Publicado originalmente en el Christian Science Monitor, 12 de marzo de 2014

La traducción al ruso de este artículo se encuentra en Herald-Online.


Los Estados Unidos, Europa, Rusia y Ucrania están actualmente envueltos en negociaciones sumamente delicadas. Hay muchas cosas en juego, entre ellas, los años de progreso económico que por largo tiempo han tenido todas las partes al trabajar juntas por el bien común. 

Al orar por esta situación, he estado afirmando que el bien no puede perderse y que la acción inteligente no puede ser desplazada por la niebla de la desinformación —sin importar quién la esté generando — o la información errónea. Dios, la Mente del todo inteligente, está a cargo, y todas las partes pueden responder a la inteligencia divina, la cual les mostrará la salida de este impasse. 

Si bien, no es posible predecir cuál será la consecuencia política, en nuestras oraciones, no obstante, podemos afirmar que todos los pueblos tendrán paz, progreso y serán liberados del temor. En su última cena con sus discípulos, Cristo Jesús les dijo a sus seguidores: “La paz os dejo, mi paz os doy; …No se turbe vuestro corazón, ni tengan miedo” (Juan 14:27). Esta es la paz que debemos procurar, en la cual el temor no forma parte de las negociaciones, y donde reina la paz. 

A menudo, el temor oscurece el pensamiento y nos impide tomar buenas decisiones. O puede producir una rigidez mental que hace que nos aferremos a cierta postura por temor al cambio. Aquí el Amor divino viene al rescate, porque es parte de la naturaleza del Amor echar fuera el temor. Incluso el amor de otro ser humano puede darnos la fortaleza y paz que necesitamos. En consecuencia, el Amor infinito, derramándose con abundancia sobre todo, puede elevar corazones, aclarar el pensamiento y abrir los ojos, no solo a las opciones actuales, sino a un buen camino que tal vez no se haya percibido antes. 

El Amor divino puede quitar la carga del orgullo, la voluntad humana y los planes que podrían complicar las negociaciones e impedir que se encuentre ese buen camino. Dios ama, valora y necesita a cada líder y a las otras personas envueltas en las negociaciones. 

Personas de todas las naciones, incluso los ciudadanos de Ucrania y del área de Crimea específicamente, están bajo el cuidado de Dios. No hay necesidad de que haya violencia o temor. La justicia de Dios puede prevalecer. 

Para mí, es importante no culpar a ninguna de las partes, sino ver que la guerra, la desconfianza y los males derivados de ellas, son tentaciones basadas en la creencia de que Dios está ausente y que solo la fuerza humana puede proteger lo que se percibe como necesario o bueno. En su libro Escritos Misceláneos 1883-1896, Mary Baker Eddy, quien descubrió la Ciencia Cristiana, ofrece un antídoto maravilloso para esa clase de pensamientos. Ella escribe: “El antagónico espíritu del mal aún anda por doquiera; mas el espíritu de Cristo, que es mayor, también anda por doquiera —resucitado de las mortajas de la tradición y de la cueva de la ignorancia” (pág. 370). 

Este espíritu, el espíritu de Cristo, puede tocar y redimir esta situación. Puede bendecir todo con paz y seguridad.

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