Cristo Jesús enseñó que todos los hombres tienen un Padre, un creador. Dijo: “No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos” (Mateo 23:9).
Por ser el Padre de todos, Dios, el Amor infinito, cuida de Sus hijos. Él no los abandona. Él provee todo el bien y la alegría. Todos tenemos que saber que no deberíamos confiar el rumbo de nuestras vidas a nosotros mismos, sino apoyarnos en Dios, la fuente de la verdadera felicidad. Todos estamos bajo Su cuidado.
La Biblia, que leen los cristianos en todo el mundo, describe en el primer capítulo del Génesis, que Dios creó el universo espiritual y al hombre a Su imagen y semejanza. En este universo espiritual, todos los seres viven en el reino divinamente ordenado de Dios. Nadie puede obtener dominio sobre otro. Todos viven en armonía, porque tienen un Padre-Madre que es Dios, su único creador.
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