Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer
Original Web

Vivir el evangelio del Amor

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 13 de junio de 2016

Publicado originalmente en el Christian Science Journal de Julio de 1996.


El Amor divino sana porque es puro bien. El Amor no tiene ningún elemento maligno. Este Amor, Dios, no sólo no es tocado por el mal, sino que, debido a su totalidad, el Amor desecha el mal, no permite que tenga forma o lugar donde existir u operar. El Principio divino, el Amor, es el único creador, y todo lo que el Amor crea es bueno, y refleja el Amor. El propósito del hombre —la imagen y semejanza espiritual de Dios— es reflejar el Amor, en toda su pureza y bondad. 

Una de las razones porque a la gente le gusta orar y reflexionar sobre la Palabra de Dios, es que anhelan mucho recibir estas buenas nuevas. Esto es lo que significa la palabra evangelio: buen mensaje, buena historia, buenas nuevas. La vida y el ministerio de Cristo Jesús, que la Biblia nos relata en sus cuatro Evangelios, nos brinda el reconfortante mensaje de la bondad pura de Dios, y de Su inalterable amor por cada uno de nosotros, Sus hijos. Tomarnos el tiempo, mediante la oración y el estudio de la Biblia, para aceptar este buen mensaje en nuestra consciencia y asimilarlo, es como aspirar un hálito de aire fresco mental que purifica y da vida. Pero para sentir todo el impacto de este evangelio, o buenas nuevas, del Amor, y ser una influencia sanadora en el mundo, tenemos que hacer más que aspirar unas cuantas bocanadas de Amor dentro de nuestra consciencia. Debemos permitir que el Amor llene nuestros corazones y mentes con una comprensión espiritual y amor por Dios y Su creación. Debemos dejar que elimine de nuestro hogar mental todo lo que es impuro y perverso. Y permitir que Dios, no el mundo, modele nuestros pensamientos, deseos y carácter momento a momento.

Jesús hizo esto. Fue a través de su pureza —su leal reflejo del Amor divino en cada pensamiento y acción— que el evangelio del Amor llegó a otros, que los inspiró y sanó. Y Jesús esperaba que sus seguidores llevaran el mensaje del evangelio a otros, para que pudieran sentir inspiración y curación. Dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). ¿Pero cómo?

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más artículos en la web

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.