Cuenta una fábula que una arañita quedó encerrada accidentalmente en la parte de atrás de un reloj pulsera. Parecía estar en una situación desesperada. Pero hizo la única cosa que puede hacer una araña: hiló una telaraña. Esto arruinó el mecanismo, y cuando abrieron el reloj para limpiarlo, la arañita quedó libre. Se liberó porque usó el talento especial que tiene una araña.
Nosotros también tenemos un talento. Todo el mundo lo tiene. Es el talento más poderoso que existe. No hay absolutamente nada que no pueda lograr. Pero es necesario desarrollarlo. Se trata del talento de amar.
El hombre tiene este talento porque fue creado por Dios, y porque Dios es el Amor mismo. Es tan natural para nosotros amar como para las arañas hilar telarañas. Un bebé ama cuando trata de agarrar las cuentas del collar que tienes alrededor del cuello y te sonríe. Un niño de escuela ama cuando comparte su comida con su perro. Los padres aman al pensar en el bienestar de sus hijos.
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