P: ¿Pueden los enfermeros de la Ciencia Cristiana hacer otro tipo de trabajo además de la enfermería de la Ciencia Cristiana cuando se anuncian en el directorio del Journal? Sé que, de acuerdo con el Manual de la Iglesia, se requiere que los practicistas de la Ciencia Cristiana no tengan otra profesión, pero no encuentro en el Manual ese requisito en relación con los enfermeros de la Ciencia Cristiana.
R: Aunque no hay un requisito específico que les impida tener trabajo adicional, hay una directiva en el Manual que dice en parte: “Las organizaciones de la Iglesia bastan. …Dios requiere todo nuestro corazón, y Él proporciona, dentro de los anchurosos canales de La Iglesia Madre, ocupaciones y deberes suficientes para todos sus miembros” (Mary Baker Eddy, págs. 44-45).
Muchas veces los enfermeros de la Ciencia Cristiana hacen justamente eso. Sirven como Lectores o como bibliotecarios en la Sala de Lectura de su filial, trabajan medio tiempo como practicistas, o sirven a su filial como secretarios. Con frecuencia esas funciones son puestos pagos. Al mismo tiempo, están alertas para responder con prontitud a cualquier llamado que reciban solicitando los servicios de un enfermero de la Ciencia Cristiana.
En el Journal se anuncian algunos consagrados enfermeros de la Ciencia Cristiana que simplemente no reciben llamadas de forma regular, y hay otros que viven en zonas remotas del mundo, donde la Ciencia Cristiana recién está comenzando a florecer y ser más ampliamente aceptada. Ellos pueden optar por tener otro empleo para mantenerse activos y complementar sus entradas. Por ejemplo, conozco una enfermera de la Ciencia Cristiana que se anuncia en el Journal que también es maestra de preescolar, y otra que es también conductora de autobús. Cualquiera sea la razón para decidir hacer otro trabajo, además de ser enfermeros de la Ciencia Cristiana, ellos, no obstante, deben vivir constantemente conforme a las normas éticas de la Ciencia Cristiana.
Cuanto más llegue la humanidad a comprender y abrazar la enfermería de la Ciencia Cristiana como un aspecto vital del ministerio sanador de nuestra Iglesia, tanto más los enfermeros de la Ciencia Cristiana serán llamados para que utilicen sus habilidades como tales. Y naturalmente, cuanto más suceda esto, menos serán llamados para realizar otras profesiones.
Un requisito para anunciarse en el Journal establece que los enfermeros de la Ciencia Cristiana deben demostrar que están preparados y disponibles para responder a las llamadas de día y de noche. Cada enfermero de la Ciencia Cristiana ora y escucha atentamente para saber cómo responder mejor a esta y otras expectativas por estar anunciados en el Journal.
Caroleen Scholet
