La Ciencia Cristiana me ha enseñado a recordar la verdad de que Dios es bueno, solo bueno. Esta enseñanza realmente me ha ayudado a resolver muchos problemas en numerosas situaciones.
Cuando me mudé de la India a los Estados Unidos, no conocía nada de la Ciencia Cristiana, pero mi familia vivía enfrente de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico. Yo quería inscribir a mi hija en una Escuela Dominical, así que elegimos esta iglesia a la que asistía un pequeño grupo de gente muy amable. En aquel tiempo, empecé a estudiar con algunos de los miembros de la iglesia la Lección Bíblica semanal del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. No mucho después, me afilié a la iglesia y empecé a poner a prueba lo que estaba aprendiendo de las Lecciones Bíblicas. La siguiente es una de las demostraciones de la bondad de Dios en mi vida.
Un día después de salir de mi empleo, me di cuenta de que mi tarjeta de permiso de trabajo se había vencido. Debían haberme enviado una nueva, así que fui a la oficina de correos para averiguar por qué no la había recibido. Ellos no sabían nada acerca de la nueva tarjeta. Al consultar la situación de la misma por internet, me sentí muy consternada al enterarme de que, si no la recibía en los próximos ocho meses, se detendría el proceso de mi autorización permanente de trabajo. Como me había mudado a otro apartamento en la época en que debía haber llegado la nueva tarjeta, actualicé nuestra dirección con el servicio de inmigración. También consulté algunos blogs y descubrí que otras personas nunca habían recibido una tarjeta nueva y tampoco lograban conseguir ayuda. Durante este tiempo, estaba totalmente desesperada, y tenía mucho miedo respecto a mi incierto futuro.
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