Nunca planeé tener relaciones sexuales con él. Era un conocido con quien me encontré a más de 4,800 kilómetros de mi casa. Estábamos simplemente charlando. Y riendo. Conectando.
Claro, él era inteligente, divertido y guapo. Me sentía atraída por él, y me daba cuenta de que yo le gustaba.
Entonces,… una cosa llevó a la otra. Nos acercamos más en el sillón. Le toqué el brazo. Él me tocó la mano.