Estimado miembro:
Hoy en día, al mirar afuera de las ventanas de nuestra oficina vemos extensa e inusual actividad. Las necesarias reformas de La Iglesia Madre están avanzando a toda velocidad. Y la Plaza de la Ciencia Cristiana se encuentra en medio de una restauración y renovación muy grandes. Es evidente que se está progresando mucho.
También vemos mucho progreso cuando miramos el Movimiento de Científicos Cristianos en todo el mundo. Hay signos alentadores de que se está produciendo una renovación espiritual, la cual es, por supuesto, la edificación más básica que puede haber. La Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, al escribirle a los miembros de una iglesia filial dedicada recientemente, se refirió al “amor desinteresado que edifica sin manos” (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 195).
Estamos recibiendo noticias, desde muchos puntos cardinales, de que los miembros están expresando más amor, que afirman menos el sentido personal y juzgan menos, y es un ambiente en el que realmente puede apreciarse el cuidado que se brindan unos a otros. Eso es algo que la Sra. Eddy anhelaba ver. Ella explicó que sin amor uno no puede ser Científico Cristiano. Medía el crecimiento de la Ciencia Cristiana no por el número de miembros, sino por el creciente afecto y unidad de sus seguidores.
La Ciencia Cristiana nos enseña que es el cambio interior el que precede e impulsa el progreso exterior y la curación. Hoy en día, un compromiso espiritual más intenso y la disposición de trabajar juntos por la Iglesia es lo que está produciendo esta nueva vitalidad.
Deseamos que cada uno de ustedes que lea esta carta pueda tener una visión general de todo lo que su oración y contribuciones a La Iglesia Madre ya han hecho posible. Para citar solo algunas cosas, estamos publicando las nuevas traducciones de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, el Manual de la Iglesia y otros escritos de Mary Baker Eddy, y se han planeado otras más.
Las últimas tecnologías ayudan a acelerar y extender el alcance de las publicaciones periódicas, las conferencias, los servicios religiosos y las Escuelas Dominicales de la Ciencia Cristiana.
La versión diaria online de The Christian Science Monitor está disponible nuevamente; la misma está sirviendo de ejemplo al periodismo al brindar una perspectiva moral y espiritual única que, sin duda, va por la senda del propósito de su fundadora de bendecir a toda la humanidad.
No obstante, lo más importante de todo esto es que la actividad de nuestra Iglesia cuenta con una renovada inspiración, y es resultado directo de vivir más la Ciencia Cristiana. Juntos estamos sintiendo la “energía divina del Espíritu” (Ciencia y Salud, pág. 249).
Hace poco, en una reunión para asistir a la cual la Junta Directiva tuvo que viajar una gran distancia para hablar con Científicos Cristianos, alguien en el grupo señaló lo lindo que era que hayan llevado La Iglesia Madre a su país. Pero otra persona intervino y comentó: “Pero todos somos miembros de La Iglesia Madre; ¡La Iglesia Madre ya está aquí!”
Confiamos en que usted también sienta cada vez más esta estrecha relación. Usted forma parte de la familia mundial de Científicos Cristianos. Queremos que sepa que valoramos mucho sus oraciones y contribuciones. Los oraciones de todos cuentan en esta Causa que ofrece tanto amor y esperanza al mundo; un mundo que jamás lo ha necesitado tanto como ahora.
Con profundo afecto,
La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana
Rich Evans, Robin Hoagland, Margaret Rogers, A. W. Phinney, Scott Preller