No me iba bien en la escuela. Durante mi primer y segundo año, mis calificaciones fueron bajas, lo que reflejaba mi falta de cuidado por mis tareas y clases de la escuela. Al final del segundo año, supe que tenía que hacer un cambio, porque el entorno escolar no estaba funcionando para mí. Pero ¿cómo tomas una decisión que podría cambiar tu vida para siempre?
Había algunas opciones, incluida otra escuela de bachillerato pública cercana y un internado privado que quedaba muy lejos. Tenía todo el verano, que pasé en un campamento para Científicos Cristianos, para decidir dónde estaría mis dos últimos años.
No estaba seguro de lo que quería hacer. Al principio intenté tomar la decisión juntando información. Hablé con personas que habían asistido al internado que estaba considerando, y todos dijeron cosas buenas. De hecho, todos, incluidos mis padres, pensaban que esta escuela sería una muy buena opción, pero aún no estaba seguro.
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