Debido a los informes diarios sobre las noticias médicas y la ley de la salud, he estado pensando en cómo orar por el cuidado de la salud.
La Biblia y estas publicaciones periódicas están llenas de relatos que muestran la curación como el resultado de practicar la Ciencia Cristiana, la cual se apoya en las leyes de Dios para la salud. En un artículo titulado “La potencia y el poder de la curación en la Ciencia Cristiana”, Nathan Talbot escribió: “La Ciencia Cristiana presenta al Consolador que cristianiza, en lugar de medicar, la consciencia humana” (El Heraldo de la Ciencia Cristiana, Agosto de 2017). De modo que, ¿cómo podemos elevar o cristianizar nuestra consciencia para experimentar un cuidado de la salud confiable?
La verdadera salud viene a nuestra experiencia por medio de un cambio de consciencia. Para mí, ese cambio envuelve reemplazar los pensamientos que necesitan rechazarse por el verdadero sentido de la salud. Entonces, ¿qué estoy rechazando en el pensamiento? El concepto de que la vida y la salud se basan únicamente en un cuerpo físico sujeto a leyes físicas y materiales; que solo los medicamentos, las sustancias químicas, la radiación o la cirugía pueden sanar; que las enfermedades y las dolencias son inevitables y reales. Reemplazo esta perspectiva por un concepto nuevo y verdadero de la salud que se encuentra mediante una comprensión de Dios.
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