El ministerio de Cristo Jesús comenzó con tan solo unos pocos discípulos, no obstante, ese trabajo produjo grandes curaciones. Siglos después, el credo y el dogma parecieron ocultar la curación cristiana, pero las enseñanzas de Cristo no fueron silenciadas para siempre.
Hoy en día, los cristianos contemporáneos de la Iglesia de Cristo, Científico, continúan la práctica sanadora de los primeros discípulos. Los numerosos volúmenes del Christian Science Sentinel, Journal y Heraldo catalogan mucho más de cien años de curaciones cristianas actuales. La Guía del movimiento de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, dedicó su vida a mostrar a toda la humanidad cómo aprender y practicar el método sanador de Cristo. En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, la Sra. Eddy escribe: “En nuestra época, el cristianismo está demostrando de nuevo el poder del Principio divino, como lo hizo hace más de mil novecientos años, sanando a los enfermos y triunfando sobre la muerte” (pág. 232).
El número de personas que aman la misión y las enseñanzas de Jesús no es importante. Formar parte de este movimiento sanador es un gran privilegio. Me encanta el hecho de que no se requirió de miles de seguidores para que las enseñanzas de Cristo Jesús se afianzaran. Se necesitó, en cambio, una gran dedicación.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!