Al entrar en mi último año del bachillerato, estaba nervioso por el futuro e inseguro sobre lo que quería hacer después de graduarme. Me preocupaba no sentirme satisfecho sin importar lo que hiciera, así que, en general, era apático respecto a todo el proceso de resolver mi futuro.
No obstante, estas preocupaciones eran lo último en qué pensaba al sentarme en un caballete ferroviario y mirar hacia abajo el río y el rápido llamado Zoom Flume. Yo era consejero en entrenamiento en el programa de kayak de un campamento, y estábamos explorando uno de los rápidos más grandes que recorreríamos ese verano. Estaba eufórico por el entusiasmo y los nervios; me encanta el Zoom Flume. Los rostros de los campistas a mi alrededor iban desde ese mismo entusiasmo y nerviosismo hasta algo mucho más cercano al temor.
El propósito de explorar este rápido era armar una “línea”; es decir, un plan sobre cómo atravesar cada elemento del rápido y pasar de un elemento a otro. Dado que este es un campamento para Científicos Cristianos, a menudo comenzamos nuestras actividades con inspiración espiritual. En los programas orientados al río, una idea que ha sido útil es la definición espiritual de río, de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy: “Conducto del pensamiento.
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