“Sentí que algo me estaba presionando para que lo hiciera”, le dijo John LaDue a su madre después de su arresto en 2014. Afortunadamente, el complot del estudiante de 11º grado para llevar a cabo la peor masacre escolar en la historia de los Estados Unidos se detuvo antes de que pudiera implementarla. Aceptó recibir tratamiento por una obsesión con la violencia, completó una pena de cárcel de dos años y ha vivido una vida tranquila y productiva desde entonces.
Como este caso y los recientes sucesos ilustran, existe la prevalente pretensión de que no solo los hombres y las mujeres pueden sentir una “presión” mental para hacerse daño a sí mismos y a los demás, sino también los niños y adolescentes. ¿Qué puede ayudarnos a todos a liberarnos de la influencia de dicha presión mental maliciosa?
Los Científicos Cristianos, incluso los maestros de la Escuela Dominical y los practicistas de la Ciencia Cristiana, han observado los profundos beneficios que un enfoque espiritual puede traer a los jóvenes. La investigación se está poniendo al día, mostrando que la espiritualidad realmente proporciona una ventaja protectora y saludable a niños y adolescentes. La oración diaria y los estudios espirituales capacitan a los niños para resistir las influencias dañinas y ayudan a liberarlos cuando se sienten presionados a tomar decisiones equivocadas.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!