Me encanta viajar. Disfruto cada segundo de la emoción de ir a un nuevo lugar, ver cosas nuevas y conocer gente nueva.
En el verano de 2021, estaba listo para ir a Colorado, donde sería miembro del personal en un campamento de aventuras juvenil para Científicos Cristianos. Estaba muy emocionado, excepto por una cosa: Para llegar a Colorado, tenía que subirme a un avión... y los aviones no me gustan.
El viaje en avión comenzó, y el despegue no fue tan malo. Vi algunos programas de comedia de Monty Python con el intento de liberarme del estrés y olvidar que estaba en un avión. Pero no pasó mucho tiempo antes de que nos topáramos con cierta turbulencia, y comencé a asustarme. Me aferré a mi apoyabrazos y bajé la persiana de mi ventanilla para no tener que ver la tormenta por la que estábamos volando.
Aquí está la parte en la que podrías esperar que diga: “Al instante oré y tuve una curación fantástica, y ahora todo está bien”. Desafortunadamente, mi primer pensamiento fue “Me voy a morir”. Al recordar lo sucedido, sé que ese no fue un pensamiento útil, pero en ese momento, el miedo que sentía parecía demasiado intenso como para pensar de otra manera.
En realidad, estaba temblando en mi asiento cuando de repente noté que el caballero en el asiento del pasillo a mi lado estaba profundamente dormido. Y me refiero a un sueño profundo. Almohada para el cuello, babeo, ronquidos. Estaba absolutamente estupefacto por esto, pero también cambió por completo mi perspectiva. Si este hombre podía estar tan tranquilo cuando a mí me parecía que el avión estaba dando vueltas en el cielo, entonces ciertamente podía aceptar esta sugerencia y calmarme. ¿Pero cómo?
Me di cuenta de que podía orar. La razón por la que la oración me vino a la mente como una solución fue que me dirigía a este campamento para Científicos Cristianos, y en mi solicitud para el campamento, me habían pedido que compartiera una curación que había tenido. Había usado una de mis curaciones de quinto o sexto grado, lo que me había hecho pensar en mi falta de experiencias de curación desde entonces. Así que, en ese momento en el aire, me di cuenta de que esta era una oportunidad para tener otra experiencia de curación al orar. Si bien había sabido de otros que habían sanado mediante la oración, no hay nada como tener la experiencia tú mismo.
Lo que me vino mientras oraba era algo que había aprendido cuando asistía a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana: podía pensar en Dios y en los diferentes nombres de Dios inspirados por la Biblia, así como en las cualidades divinas relacionadas: Amor, Verdad, bondad, consuelo, y así sucesivamente. Pensar en Dios y en Sus cualidades puede ayudarte a superar situaciones difíciles al recordarte la bondad y la paz que están presentes ahora mismo, allí donde estás, incluso cuando parece todo lo contrario.
Pensé en los siete sinónimos de Dios que había aprendido en la Escuela Dominical. No podía recordarlos todos, pero sí sabía que uno de ellos es Verdad. La Verdad nos dice lo que es verdad, como el hecho de que Dios está gobernando a todos y todo, en la tierra y en el cielo, todo el tiempo. La Verdad me aseguró que el avión aterrizaría y que todos a bordo estaríamos sanos y salvos. Me sentí reconfortado al saber que Dios tenía el control de la situación. Mi corazón dejó de acelerarse; mi piel de gallina desapareció, y me sentí tranquilo y reconfortado, a pesar de que el avión seguía moviéndose con violencia. Una vez que sentí este bienestar acogedor, pude disfrutar del vuelo, porque sabía que estaba a salvo.
Unos cinco minutos después, se escuchó la voz del capitán por el intercomunicador diciéndonos que la turbulencia estaba terminando y que habíamos pasado la tormenta. Abrí la persiana de mi ventanilla para ver los campos, la vegetación y las montañas de abajo sin una sola nube oscura a la vista. Estuve tranquilo el resto del vuelo y aterrizamos a salvo.
Ciertamente diría que los aviones todavía no me gustan. Pero estoy agradecido de haberme dado cuenta de que, en lugar de ceder al miedo cuando estoy en el aire, ¡puedo confiar en Dios y usar el tiempo para disfrutar de la belleza del cielo o maravillarme con la genial ingeniería en la que estoy sentado!
Esta experiencia me ayudó a eliminar mis dudas sobre la curación y a fortalecer mi fe, permitiéndome convertirme en el Científico Cristiano que soy hoy.
