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Canta la canción que trae curación

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 23 de octubre de 2023


“Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo” (Salmos 144:9).

Una forma de interpretar esto es que esta canción no es para cantar en voz alta. Es una forma de pensar y vivir que brota de un corazón que canta con alabanza a Dios, que surge al comprender y confiar en el gobierno completo y armonioso de Dios de toda Su creación. 

Esta forma amorosa y espiritual de pensar y vivir trae curación a nuestra propia vida y a la vida de los demás. Es la forma de vida que Cristo Jesús practicó y enseñó a sus seguidores. Él dijo: “‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’” (Mateo 22:37-39, NTV).

La palabra todo muestra que Jesús estaba exigiendo un compromiso total de nuestros pensamientos y obras para amar a Dios y amar a cada individuo en su verdadera identidad como la imagen y semejanza espiritual de Dios, el Espíritu. Y esto entraña trabajo, estar alerta y orar momento a momento, es de lo que Mary Baker Eddy, la Descubridora de la Ciencia divina del Cristo, habló en su Mensaje a La Iglesia Madre para el año 1900, al decir: “La canción de la Ciencia Cristiana es: ‘Trabajad — trabajad —trabajad — velad y orad’” (pág. 2). 

Este trabajo —esta canción— es un empleo de tiempo completo. Es la estructura y actividad gobernante de nuestros pensamientos y acciones a lo largo de cada día, dondequiera que estemos y en cualquier actividad humana en la que estemos envueltos.

Trabajar y orar de esta manera trae protección y curación a nuestras vidas. Como dijo Jesús: “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32, NTV). Deja entrar la luz sanadora del Cristo, la Verdad, que también pueden sentirla todos aquellos que abrazamos en nuestros pensamientos y oraciones. Libera del pecado (debemos recibir esto con agrado), libera de la enfermedad (todos queremos esto) e incluso finalmente libera de la muerte (al vivir la vida eterna que Dios nos ha dado). 

La pregunta es: ¿Existe un enfoque indispensable para hacer este trabajo con éxito? Sí, podemos seguir el ejemplo de humildad de Jesús. Él dijo: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre” (Juan 5:30).

La escena humana que enfrentamos cada día parece ser una mezcla de bien y de mal, de realidad espiritual e irrealidad material. No podemos hacer nada al respecto con dudas y murmuraciones, deseando que las cosas fueran mejores. Tampoco podemos hacer nada al respecto a través de la voluntad humana. 

Pero podemos recurrir al poder sanador y salvador del Cristo, la verdadera comprensión de Dios, en cualquier situación siendo humildes, es decir, poniendo nuestra plena confianza en Dios en lugar de en nosotros mismos, como Jesús hizo. 

Esto es lo que entraña el trabajo. Mediante el estudio diario de la Biblia y de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por la Sra. Eddy, podemos obtener una comprensión espiritual cada vez más profunda del Dios perfecto y el hombre perfecto, que nos incluye a cada uno de nosotros. Y con esta comprensión podemos “velar y orar”. Podemos refutar concienzuda y perpetuamente la supuesta realidad del mal presentada por los sentidos materiales engañosos y afirmar el poder sanador de la Verdad y el Amor divinos y omnipresentes.

Es tremendamente reconfortante saber que confiar en Dios, y no en la voluntad humana, sana. ¡Pero esto requiere diligencia! 

¿Has considerado alguna vez con qué frecuencia piensas en términos de lo que tú quieres, en lugar de confiar en Dios y buscar lo que Él quiere? Bueno, para ser sincera, cada uno de nosotros tiene trabajo que hacer en este sentido. Nuestro objetivo debe ser abandonar la voluntad humana, escuchar sinceramente la dirección de Dios y luego seguir esa dirección. Para hacer esto, como sé muy bien por experiencia, necesitamos examinar con humildad nuestros motivos y objetivos cada día, especialmente con respecto a cualquier situación difícil, y alinearlos con la voluntad del Amor divino para nosotros. 

Hay alegría y curación en este trabajo —la canción— de apoyarnos en Dios en lugar de en nosotros mismos.

Así que, ¡únete al coro!

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