“Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo” (Salmos 144:9).
Una forma de interpretar esto es que esta canción no es para cantar en voz alta. Es una forma de pensar y vivir que brota de un corazón que canta con alabanza a Dios, que surge al comprender y confiar en el gobierno completo y armonioso de Dios de toda Su creación.
Esta forma amorosa y espiritual de pensar y vivir trae curación a nuestra propia vida y a la vida de los demás. Es la forma de vida que Cristo Jesús practicó y enseñó a sus seguidores. Él dijo: “‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’” (Mateo 22:37-39, NTV).
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