Las personas más hábiles en identificar el dinero falso están completamente familiarizadas con todos los aspectos de los billetes auténticos. No están obligadas a conocer todas las formas que puede tomar el dinero falso, pero sí deben ser muy conscientes de las características de la moneda verdadera para reconocer lo que es falso.
Este concepto a veces se usa como una analogía en la práctica de la curación espiritual en la Ciencia Cristiana. Su libro de texto, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, dice: “El hombre verdadero es espiritual e inmortal, pero los así llamados ‘hijos de los hombres’, mortales e imperfectos, son falsificaciones desde el comienzo, a ser desechadas a cambio de la realidad pura” (Mary Baker Eddy, pág. 409).
El hombre real —la verdadera identidad de cada individuo— ya es perfecto, y refleja al Dios perfecto. La Biblia nos dice que “creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Por lo tanto, cualquier cosa que sea desemejante a Dios y parezca ser parte de nosotros o de nuestra experiencia es la falsificación. Al igual que aquellos entrenados para reconocer el dinero auténtico, no necesitamos saber todas las formas que podría tomar la falsificación. En cambio, necesitamos conocer la verdadera naturaleza de la creación de Dios, para poder discernir y rechazar la falsificación de manera natural.
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