¿Qué significa expresar la Mente insondable, Dios? Significa que el pensamiento es libre, ilimitado, infinito y está en constante expansión. Esta Mente inconmensurable es infinitamente vasta, sin principio ni fin.
Mary Baker Eddy, la Fundadora de la Ciencia Cristiana, escribe: “Recordemos aquí que Dios no es el Alfa y la Omega del hombre y el universo; Él es supremo, infinito, el gran sempiterno, la Mente eterna que no tiene principio ni fin, ni Alfa ni Omega” (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 267). Sin principio ni fin, la Mente está revelando continuamente su idea, el hombre, nueva y espontáneamente. Esta Mente divina y eterna llena todo el espacio, no obstante, se expande infinitamente. Es incesantemente activa.
Por lo tanto, es divinamente natural que el hombre, la idea de Dios, refleje esta Mente de la misma manera liberada: no confinada, ilimitada, sin restricciones. El hombre refleja la inmensidad e inconmensurabilidad de la Mente divina, porque el hombre es el pensamiento espontáneo de Dios. La Mente divina y eterna se expresa en la acción incesante, o creación. Esta expresión, que se ve en el hombre —la creación de Dios— no está limitada por la creencia material y su manifestación. Más bien, el hombre es ilimitado en su expresión de Dios, el bien, y esto incluye inspiración espiritual y espontaneidad. Es natural que estas cualidades emanen de la Mente divina hacia Su idea, el hombre, ya que son cualidades de la Mente, el Alma, el Espíritu. Por lo tanto, la Mente insondable, Dios, la fuente misma del pensamiento, la inspiración y la espontaneidad del hombre, es también la fuente de la individualidad del hombre.
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