“¿Es posible sanar el cuerpo a través de la oración?”, me preguntó una mujer por teléfono. “Sí, lo es”, respondí. “La oración me ha sanado de dolencias físicas innumerables veces a lo largo de las décadas, y continúo beneficiándome de ella hoy en día. También es una forma de mantener buena salud sin medicamentos”. Estaba encantada de escuchar que la curación espiritual era posible y quería saber más.
Experimentar buena salud por medio de la oración y sin medicamentos es un concepto desconocido para muchas personas. La educación médica con mucha frecuencia dicta que es necesario un remedio material cuando nos enfrentamos a una enfermedad cuya única opción para aliviarse, según muchas personas creen, son los medicamentos. Pero la Ciencia Cristiana enseña una forma espiritual de mantenerse saludable y sanar enfermedades que está libre de medicamentos. Es el método metafísico y espiritual de sanar que Jesucristo enseñó y demostró que era eficaz en su ministerio sanador.
Jesús probó que la oración demuestra el poder sanador de Dios al destruir la enfermedad a través de medios espirituales. Él demostró que Dios es la Mente omnisciente e infinitamente sabia, siempre presente para destruir el sufrimiento y establecer la salud. Jesús sanó a multitud de personas enfermas solo a través del poder de la Mente divina, y esperaba que sus seguidores hicieran lo mismo.
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