Hace algunos años, los dibujos del “ojo mágico” eran muy populares, o al menos lo eran en mi familia. Por si no estás familiarizado con ellos, eran ilustraciones que a primera vista parecían ser bi-dimensionales, pero de esa imagen (un diseño de un paisaje, por ejemplo) emergía otra imagen tri-dimensional que estaba “oculta”. El ojo tenía que ir más allá de la imagen obvia, reenfocar y concentrarse, para distinguir la imagen más sutil. Esta fue por algún tiempo una diversión familiar, pero luego perdimos el interés en descubrir al rugiente tigre en lo que a primera vista parecía ser el follaje de unos árboles.
Pero hay otro tipo de descubrimiento que mantiene nuestro interés, y es el continuo deseo de conocer mejor a Dios. Esto también requiere un cambio de enfoque y un concentrado esfuerzo por mirar más allá de las apariencias, es decir, más allá del concepto de que todo es material, hacia una verdad más profunda - que toda realidad es de hecho espiritual y completamente buena.
Mary Baker Eddy descubrió la gran verdad y la utilidad de esta perspectiva, y llamó a su descubrimiento Ciencia Cristiana. Después de años de estudiar la misión sanadora de Jesús como la registra el Nuevo Testamento, en la Biblia, concluyó que el trabajo de curación podía ser aprendido y repetido. Descubrió de qué manera se realizaba ese trabajo, y escribió Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, que enseña claramente cómo seguirlo a él de un modo práctico, siguiendo el modelo de su método de curación. Ella le afirma al lector casi al inicio de su libro: “Como nuestro Maestro, tenemos que alejarnos del sentido material para entrar en el sentido espiritual del ser”.Ciencia y Salud, pág. 41. Y un poco después nos ofrece esta instrucción: “Debemos examinar profundamente la realidad en vez de aceptar sólo el significado exterior de las cosas”.Ibid., pág. 129.
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