Aprender a conocer y confiar más en Dios cada día trae paz a nuestros corazones. Es una forma de obtener la dulce certeza de que todo está bien, independientemente de las situaciones discordantes o incluso peligrosas que parezcan surgir. La Ciencia Cristiana explica que esta paz mental puede ser perpetua, ¡y sanadora!
He aquí algunas formas en que he aprendido a pensar acerca de la paz espiritual. En la Biblia, Cristo Jesús explicó: “Para Dios todo es posible” (Mateo 19:26). ¿Por qué? Porque Dios es el Amor infinito, todopoderoso, y gobierna por medio de la ley divina. Mary Baker Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana, define a Dios en su obra principal Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras como “El gran Yo soy; el que es todo-conocimiento, todo-visión, todo-acción, todo-sabiduría, todo-amor, y es eterno; Principio; Mente; Alma; Espíritu; Vida; Verdad; Amor; toda la sustancia; inteligencia” (pág. 587).
Puesto que Dios es el único creador y es infinito y eterno, Su ley es la única ley que gobierna la creación. El apóstol Pablo reconoció el poder de este gobierno divino cuando proclamó: “La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:2). Y dado que Dios es el bien omnipotente, no hay ninguna circunstancia que pueda contrarrestar esta bondad suprema. Cuando confiamos en que Dios es bueno y tiene siempre el control, el miedo se disuelve, el peligro es destronado y sobreviene la calma.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!