Todos nos enfrentamos con la pregunta: “¿Quién soy yo?” Es realmente una pregunta fundamental porque incluye la comprensión de Dios y el hombre. La verdadera identificación del yo se basa en el Principio divino. Es el hecho espiritual de la existencia.
Una de las definiciones de identificación que da el diccionario Webster es: “estado del ser identificado”; y de identidad: “uniformidad consigo mismo; uniformidad de la existencia; unicidad”.
“Uno” es una de las palabras más importantes en el vocabulario de la Ciencia Cristiana. En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, leemos: “Dios es uno. La totalidad de la Deidad es Su unidad. Genéricamente el hombre es uno, y específicamente hombre significa todos los hombres” (pág. 267). La unicidad de Dios es Su autosuficiencia infinita, que incluye dentro de Sí Mismo Su idea o autoexpresión infinita. Es decir que, todo lo que está ocurriendo tiene lugar dentro de la unicidad omnímoda de la Mente. Por lo tanto, la Ciencia Cristiana revela que el Principio y su idea es uno, un Ser; Dios y el hombre es uno, una individualidad infinitamente reflejada y expresada dentro de Su propia autosuficiencia infinita.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!