Una tira cómica que vi en una revista me llevó a orar con el fin de comprender cómo servir mejor la Causa de la Ciencia Cristiana y mi Iglesia filial de Cristo, Científico. La misma mostraba a un Dios todopoderoso, creador del universo, hablando con un hombre pequeño, y mostrándole Sus músculos y Su fuerza. “Yo no necesito tu ayuda para defenderme a Mí mismo o para promover Mi realidad, porque yo soy muy poderoso y he creado todo, incluyéndote a ti”, decía. Las palabras puede que no sean exactas, pero esa era en general la idea que el caricaturista estaba tratando de transmitir.
Lo primero que me vino a la mente después de ver esa tira cómica, fue leer nuevamente en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, la definición de Dios que le inspiró su estudio de la Biblia: “Dios es la Mente, el Espíritu, el Alma, el Principio, la Vida, la Verdad, el Amor, incorpóreos, divinos, supremos, infinitos” (pág. 465).
Al leer esta definición, me pregunté si yo podría dibujar a Dios como fue definido anteriormente. ¿Era acaso posible dibujar al Amor infinito o la Verdad divina, el Principio perfecto? ¿Podría dibujar este concepto científico? ¿Podría hacer que todos estos sinónimos de Dios aparecieran en mi dibujo? Para cada pregunta, por supuesto, la respuesta fue que no.
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